miércoles, 15 de septiembre de 2010

PALABRAS DÍA DEL MAESTRO (Carina)

DISCURSO DÍA DEL MAESTRO, (Carina Spinato V-D)
   Anoche, mientras me disponía a realizar algunas palabras para decir en este acto a mis colegas y compañeras, me puse a pensar en cada una de ustedes, en todos y en todas las colegas que me acompañan, me acompañaron, y porque no decirlo también me puse a pensar en aquellos maestros de mi infancia, la variedad fue tal, que no puedo generalizar en una definición a no ser que vuelva a ser una niña  y creo que ahí todas coincidimos, seguramente muñecas, hermanos, primos, amigos, tuvieron que soportar ser los primeros alumnos de la maestra ciruela que ya quería comenzar a enseñar .
  Cada una tiene un valor diferente, y si hay algo que hay que celebrar, acá es la diferencia,  porque esta y todas las escuelas tiene variedad de maestras , algunas son rezongonas, otras distraídas, están las luchadoras, las estructuradas, las responsables, las graciosas, las charlatanas, las coquetas, las cansadas,no puedo olvidarme de las exageradas y de las dramáticas, tampoco de aquellas que  renuncian a la última hora, pero siempre al otro día vuelven a comenzar.
 Todos tenemos un poco de todo, pero si miro a mi alrededor y clasifico lo positivo de cada una aparecen la creatividad, la gracia, la capacidad, las miradas, la responsabilidad, el humor, la sensibilidad, el amor, porque todos, algunos más, otros menos, sacamos  lo mejor de cada uno, y en estos últimos meses, se vieron todos esos sustantivos abstractos desfilar, en las aulas, las galerías, los recreos, los pasillos, la sala de maestros, y todo se conjugó y se mezcló, y surgió no sin marchas y contramarchas, un trabajo mancomunado donde no hubo que empujar a nadie para  que haga las cosas, sino que supieron lo que había que hacer ….
….Y nuevamente comprobé que el trabajo en equipo, entre colegas, produce más que los caóticos esfuerzos individuales.
Y los resultados están a la vista.


¿Qué nos iguala? ¿Qué nos identifica más allá del guardapolvo? ¿Qué nos hace maestros?

La historia nos cuenta que ni las didácticas, ni los gobiernos, ni las políticas educativas, ni los edificios, ni las crisis han podido con nosotros… entonces ¿qué es?

Las voces que se escuchan hoy por las escuelas hablan de deseos y de pasiones:

Deseamos que no nos cueste tanto hablarles a los nenes sobre sus derechos; que la realidad no los golpee y les diga que ese otro niño que se sienta a su lado tiene algunos que a él le están vedados.


Deseamos que no nos metan a todos en la misma bolsa.

Deseamos que a toda la comunidad le moleste, le incomode y la movilice las generalizaciones de los medios de comunicación cuando hablan, despectivamente, de “los docentes” y “la” educación pública.
 
Deseamos que la escuela pueda dedicarse a enseñar y no a tapar o rellenar agujeros sociales que no les corresponden.

Deseamos no terminan ninguna jornada quebrados por la impotencia o agobiados con la burocracia.

Deseamos que a alguien le importe nuestras palabras…

Son sólo palabras y nosotros somos sólo maestros.

Dicen que nacimos en el instante preciso en que surgió una pregunta de la boca de un niño.

Dicen también que somos esa especie rara que en un solo día se transforma en actor, amigo, enfermero, psicólogo, entrenador, hallador de objetos perdidos, familia sustituta, kiosquero, cocinero, portero, político y defensor de la ética y la fe.

Dicen además que tenemos una pizca de locura y mucha pasión.

Pasión.

Pasión por enseñar, por rodearnos de libros para estudiar y aprender primero nosotros.

Corazones que saltan y se inundan de alegría cuando el remolón del salón produjo solito.

Ojos curiosos, miradas atentas, sonrisas cómplices, retos o penitencias que nos desgarran el alma.

Lapiceras de colores y con brillitos para los muy bien 10.

Tardes de domingo robadas a nuestros hijos para planificar una secuencia.

Cartucheras grandes para útiles perdidos….Portafolios pesados, llenos de ilusión.

Manos secas por la tiza, que hablan, se mueven y acompañan la explicación… Manos llenas de caricias que entregan el corazón.

¡Somos tan afortunados! Vemos la vida, las ideas y las esperanzas nacer cada minuto dentro del aula… Vemos el futuro y lo modelamos.

Que nadie lo dude. Es así.

Deseamos con pasión, a pesar de todo, simple, sencilla, solamente SER maestros.

¡Feliz día! COMPAÑERAS.
Fuente

Por último no podemos dejar de mencionar en este acto que mas allá de la celebración y la felicidad por el día del maestro a los docentes de la Argentina toda nos dura todavía la sensación de bronca e impotencia que sentimos  cuando hace unos años  las tizas se mancharon de la peor manera, cuando se mancharon de sangre. No escapa a nadie el saber que este día del maestro habrá un docente menos celebrando porque hay un docente más victima de la represión. Seguramente en cada acto y en cada celebración que se haga por el día del maestro habrá un momento para recordar también, con un dejo de tristeza, a Carlos Fuentealba.








 

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